Cría en cautividad del cernícalo vulgar

Esta pequeña ave falconiforme de carácter dócil, debido precisamente a su carácter, cría con facilidad en cautividad.

El éxito de la cría no se basa solamente en la primavera, sino en el trabajo continuado de todo el año. La elección de dos ejemplares no consanguíneos, de crianza parental (sin intervención humana) y sanos, sería la base para emparejar dos ejemplares.

 

Le proporcionamos una buena y variada alimentación, cinco día a la semana pollitos de un día, un día a la semana ratón y otro día codorniz. Sazonamos dos tres días a la semana durante todo el año con vitaminas Nekton S, estas vitaminas aportan las posibles carencias que en la dieta no podamos aportar, mucho sol y agua fresca.

 

En el mes de febrero le añadimos a la comida, las vitaminas Nekton E, para promover el celo y la fertilidad


Ya a principios del mes de marzo con la llegada de la primavera, el cernícalo vulgar comienza con llamadas y persecuciones, que se traducen en cópulas y puesta en el mes de abril. La puesta suele oscilar entre cuatro y siete huevos, siendo el intervalo de puesta de un huevo a otro 2-3 días.

Para darle una mayor proliferación, a la semana de incubación se le retira la puesta para que aproximadamente a los 15 días, comiencen otra segunda y última puesta para estos ser criados por los padres de manera totalmente natural.

 

La primera puesta al ser retirada, se examinan los huevos fértiles y en nuestro caso son trasladados a una incubadora Heka Turbo 84, a una temperatura de 37,4 grados y una humedad del 35%.

La incubación tiene un tiempo de duración de 30 días aproximadamente, cuando el pollo pica el cascarón, sobre los 28 días, trasladamos los huevos a una incubadora Brinsea Octagon (ya descatalogada) actuando de nacedora, a una temperatura de 37,2 grados y una humedad del 75%.


 

Desde su nacimiento la alimentación de calidad es fundamental, los primeros días son alimentados con ratón y sobre los diez días, al coincidir con el anilllamiento, vamos variando con pollitos y codornices para el correcto desarrollo. A las dos semanas son capaces de comer por sí solos pequeños pedacitos y a los 21 días ya son capaces de comer piezas enteras, y al mes de volar.