Cría en cautividad del águila de harris

Desde su importación en su lugar de origen en el continente americano, el Águila de Harris (Parabuteo unicinctus) ha sido reproducida con éxito en centros de cría de todo el mundo.

 

Su éxito en la cría en cautividad es debido a diferentes causas, su carácter la convierte en un ave muy dócil, su capacidad para adaptarse a cualquier hábitat con diferentes condiciones climatológicas y la diversidad de presas que abarca su alimentación.

 

El águila de harris alcanza su madurez sexual a los 2-3 años, aunque algunos ejemplares se pueden demorar hasta los 4 años. Su época reproductora coincide con la estación primaveral y comienzos del verano donde suele realizar dos polladas, aunque hay parejas que dependiendo de la latitud donde se encuentren en cautividad y la moderación de sus temperaturas cría durante todo el año.

 

La pareja comienza el cortejo con ataques y persecuciones, el macho construye delicadamente el nido con ramitas mientras la hembra las acomoda , (en cautividad los nidales más usados son nidales circulares, bases planas, neumáticos...) copulan varias veces diarias, hasta que la hembra concluye la puesta.

 

La puesta oscila entre 3 y 4 huevos, y son puestos con una diferencia de 3 días. Los huevos de las águilas de harris son del tamaño de un huevo de gallina, con una coloración completamente blanca recordando a tonos azules. La incubación normalmente comienza con el penúltimo huevo, y corre a cargo por ambos progenitores, aunque la hembra es la que pasa la mayor parte del tiempo en el nido. Al 31 día de incubación los pollos pican el cascarón del huevo, pero no nacen hasta el día 33.

 

Desde el momento del nacimiento ambos padres alimentan a los polluelos, lo ideal es aportar una dieta variada que cumpla a la perfección los nutrientes que los jóvenes pollos necesitan, pollitos de un día, codornices, ratones y ratas...Crecen muy rápido, sobre los 15 días están listos para ser anillados. Cuando cumplen su primer mes de vida comienzan a alimentarse por ellos mismos, aunque aún no son autosuficientes, sobre los 70 días de edad ya dominan sus primeros vuelos y son prácticamente independientes.